Descripción
Cada rosquilla es el resultado de un proceso artesanal que tarda 28 días, comenzando con el añejamiento del maíz durante 15 a 18 días, tal como lo hacía nuestra abuela, quien hoy, a sus 96 años, disfruta de su receta con orgullo. La combinación de maíz fino, achira y un suave trozo de queso prensado brinda un contraste de sabores que resalta lo mejor de nuestra región. Disfruta el sabor de una herencia que ha pasado de generación en generación, manteniendo viva la magia de nuestra tradición.